Todo el mundo sabe que el curling
es un deporte que levanta pasiones, pero nadie imaginó que la final
del trofeo “Benedicto XVI” acabaría en batalla campal. Todo empezó cuando María
del Pilar Aguado, hincha del Poblenou, se puso a masticar la oreja de Norberto Casalinga,
seguidor del equipo contrario.
“Ese señor no debió enfurecerla”,
nos dice el marido de la agresora “Mi mujer pesa 95 Kg y tiene la pegada de
Poli Díaz. Es una valkiria catastrófica, una habitante del Hades, a duras penas
pude retenerla. Cariño, le decía, deja de golpear a ese señor en la cabeza”.
Hablamos con la agresora, María
del Pilar Aguado. Bajo su apacible fachada de profesora de cerámica de la
asociación de jubilados de su barrio, se oculta una bestia sanguinaria y feroz
cuyos ávidos instintos afloran sólo en los partidos de curling.
“No sé qué me pasa”, confiesa, “el
curling es mi pasión, creo que cuando me enfado puedo hacer cosas horribles… a
ti también podría hacerte cosas horribles si me enfadara contigo… ¿Por qué me
estás mirando así?, ¿me estás mirando a mí?”.
El agredido, Norberto Casalinga,
de profesión ama de casa, había acudido con su tía a la final dispuesto a pasar
una agradable jornada. El primer contratiempo se lo llevó cuando los agentes de
seguridad le requisaron el revólver del 38 especial que llevaba en la
sobaquera.
“Es como un amuleto para mí”,
confiesa Norberto desde la cama del hospital.
La tangana se produjo a raíz de
una decisión polémica del árbitro turco, Efraim Muíños, cuando dio por bueno un
lanzamiento dudoso de Pipo “la bestia” Pérez, estrella del Racing de Sants. Las aficiones de uno y otro
equipo empezaron entonces a insultarse y a decirse cosas horribles. “Ladino” y
“bribón”, fueron algunos de los insultos que pudieron escucharse. La situación
fue a más hasta que por fin llegaron a las manos y a los dientes.
“Fue algo horrible”, ha declarado
Norberto Casalinga, “Toda mi vida paso ante mis ojos en un segundo, tal vez algo menos, sí, creo que fueron unas ocho décimas de segundo exactamente”. A los ojos de Norberto apuntan las lágrimas en el
momento en que recuerda el trágico
suceso, “Mi nacimiento pasó ante mis ojos, mi cuarto cumpleaños, mi primera comunión”,
enumera, “mi graduación en el instituto tecnológico de formación profesional,
mi primera entrevista de trabajo, la primera vez que fui a votar, mi…”.
Norberto Casalinga sigue y sigue, el shock ha sido brutal.
Quique Castro, experto en curling.
Si es que los partidos de curling sacan lo peor de cada uno. A mí logran enfurecerme tanto que entiendo perfectamente a María del Pilar Aguado.
ResponderEliminarMafalda, seguidora acérrima de curling, carling, courling... de eso que se friega el suelo y luego se juega a la petanca.