jueves, 3 de mayo de 2012

Reflexiones de una gata, por Mary Joe Watson-Gardcher


Cómo me gusta mi manta… es un poco rollo tener que colocarla bien una y otra vez, marcando cada punto clave con mis uñas. Y es que cada vez que la pongo perfecta y a punto para hacerme una bola y quedar en coma, alguien me despierta e intenta, sin gran éxito, quitar los restos de mi blanco y suave abrigo y la fastidia. Ellos argumentan que quitan los pelos (¿¿¿qué pelos???) y la pliegan, pero sólo consiguen hacerme repetir una y otra vez la misma operación.

Menos mal que de vez en cuando se van de casa. Entonces, desde mi silla para mirar humanos que miran la tele, me quedo vigilando la manta y el rincón del sillón que me gusta. También me gusta mover de un lado al otro el bebedero y a veces en el proceso tiró el agua por fuera. Eso parece molestar un poco al humano con el que vivo, pero es cuestión de prioridades…

Y es que en mi casa hay varios humanos, mi favorito, Kaik, y el resto. Con el resto a veces hay más o menos suerte y según cuáles sean me dejan entrar en su habitación, me dejan ver la tele sobre ellos o me dan pavo…  pero Kaik no falla. Siempre me esconde las orejas y juega a que han desaparecido, me tira por los aires y me recoge, me hace la moto (hace ruido de moto conmigo sobre su pierna peinándome hacia atrás las orejas mientras pongo cara de velocidad)... Yo no lo entiendo mucho, pero él se ríe. Dice que me va a comprar otro abrigo para que me cambie de ropa, eso sí que me da mucha risa…con lo sexy que estoy con el mío. Dormimos juntos la siesta encajándome en su sobaco, resulta una unión perfecta. Además, huele muy bien, casi tanto como la bolsa del gym que tanto me gusta. Lástima que lo eche todo a lavar en seguida.

También hacemos juntos los deberes, él sentado frente a su ordenador y yo al lado, sentada en el extremo de la mesa dándole ideas, aunque creo que no se entera de ninguna. De todas formas la mayoría de las veces le ayudo desde la cama, así vigilo su manta de Spiderman aprovechando para colocarla, por supuesto. También le hago sugerencias sobre qué escribir, pero no suele utilizar lo que le digo; supongo que mis temas de interés (siestas y mantas, tumbarme en la mesa al sol, salir al balcón, comer pollo o pavo, colarme en las habitaciones…) no son sus musas de inspiración.  

Por eso hoy he aprovechado para escribir directamente en su blog, creo que últimamente ha buscado colaboradores. Seguro que no se atrevía a pedírmelo… No sé cuánto tardará en leer este post, últimamente está más ocupado de lo habitual buscando compañero de piso, y no es por nada, pero  debo decir que le ayudo; recibo a cada visita en las escaleras, lo saludo, le voy guiando y mostrando cada habitación… Aunque no todos lo agradecen igual, el protocolo humano por lo general no incluye hablar con los gatos.

Debo terminar, se acerca la próxima visita y tendré que colocar las mantas y el bebedero correctamente para dar buena impresión. Igual otro día me animo y escribo otro post sobre nanotecnología, la escolástica medieval, o las últimas versiones del musical “Cats”. Hasta entonces saludos desde mi manta.

Mary Joe Watson-Gardcher.

4 comentarios:

  1. No le voy a enseñar esto a mi gato Paco porque él también querrá escribir un artículo y me pone perdido el teclado de arañazos con esas uñas como ganchos. Dale recuerdos a la señorita Mary Jo de su colega el felino del noroeste.

    ResponderEliminar
  2. Quedan dados esos recuerdos del bueno de Paco, al que enviaremos con Lola a dos noches de SPA con manicura incluida.

    ResponderEliminar
  3. mmmm....creo que Lola mas bien agradecerìa un fin de semana sola con sus mantas!!!aunque seguro no le importarìa que su querido Kaik se quede con ella. Parece ser el unico que la entienda.....

    .GRIS.

    ResponderEliminar
  4. Saludos ¿¿Que tal por esos nuevos vivires querida compañera M? Perdí tu correo. Me lo puedes pasar? Gracias.

    U.

    ResponderEliminar

Aullidos