miércoles, 30 de julio de 2014

La salida de la crisis vs Pablo Iglesias

Mi enhorabuena a todos aquellos que creen que estamos saliendo de la crisis, primero, porque siempre es mejor vivir con ilusión que sin ella, y segundo por su capacidad de resignación. A falta de una realidad positiva, ilusión y resignación ayudan a seguir adelante. La capacidad del ser humano para adaptarse a todas las circunstancias es admirable. A una persona se le puede robar todo lo que tiene,  hacerle vivir entre penurias y estrecheces, que si luego su mismo ladrón le da unas migajas para que vaya tirando, (no mucho, lo suficiente como para seguir malviviendo y que el ladrón le pueda seguir robando) está demostrado que esta persona no sólo le estará agradecida, sino que además le besará la mano.

Esta crisis no es casual, se planeó allá por los años 90 con la derogación de la ley Glass-Steagall y la desregulación bancaria en los Estados Unidos, algunos de cuyos efectos más inmediatos fueron la creación de las consabidas hipotecas sub-prime y la emisión de aquellos bonos basura que, en España, se colocaron a diestro y siniestro y que hundieron nuestro sistema bancario. Si a este cóctel, más explosivo que el Molotov, le añadimos la burbuja inmobiliaria propiciada por la nunca suficientemente mal ponderada ley del suelo de Rodrigo Rato en 1998, nos da como resultado la crisis más brutal de la historia moderna de nuestro país. Todo esto para explicar a los despistados de dónde viene la crisis. A todos aquellos que todavía mascan los mantras simplones de la derecha más reaccionaria y con menos escrúpulos, que dice y repite cosas como que la crisis la creo Zapatero, o que la sanidad la hundieron los emigrantes que venían a operarse. Zapatero, simplemente, no supo ni quiso ver la inercia de un sistema capitalista que nos llevó al punto en el que ahora nos encontramos.

¿Y para qué querían crear semejante crisis?

El sistema, este sistema nuestro al que tanto deseamos volver, no se mantiene sin los bancos, y, si los bancos pierden, debemos encargarnos de que no se hundan. Para que no se hundieran los bancos el Estado ya ha dado por perdidos 36.000 millones de euros procedentes de las arcas públicas. ¿Y para qué era ese dinero? Pues no era para los bancos eso desde luego, era para educación, sanidad, dependencia, pensiones y servicios sociales varios. Si ahora quieres algo de eso que en la constitución Española se consideran derechos fundamentales, tendrás que pagártelos. ¿Beneficiarios?: Aseguradoras, bancos, energéticas, asociaciones médicas y todos esos consorcios en los que acaban los políticos que te dicen que estás saliendo de la crisis porque tienes un trabajo de 60 horas semanales por 400 € al mes mientras ellos se han forrado gracias a las puertas giratorias.

El gasto en Sanidad pública se redujo un 13,7% en 2012 y un 16,2% en 2013, a eso añade los importes adicionales que, en algunas regiones, llegan a ser de hasta un 10% más. Y es que por ahora es posible que si toses te atienda un médico, pero como tengas la inmensa desgracia de padecer algún tipo de hepatitis o cáncer, vas a tener que costearte parte de los gastos que conlleva el tratamiento. Y, créeme, entonces te acordarás de los 36.000 que España regaló a los bancos.

Y en estas que llega un tipo como Pablo Iglesias, doctor europeo en ciencias políticas y licenciado en derecho, nos dice que hay otras opciones y... ¿qué hacemos? Pues como en España todos somos unas lumbreras, le llamamos “el coletas” y decimos que es un demagogo. Sí, tan demagogo como el que dijo que la abolición de la esclavitud no sólo no sería perjudicial para la economía de un país, sino que sería beneficioso.

Nada como el miedo para contener a las masas, para doblegarlas y someterlas, por tanto la estrategia está clara: hay que satanizar a Pablo Iglesias. Y ahora resulta que escuchas a cualquiera diciendo que Pablo Iglesias no, que Pablo Iglesias es un… Bolivariano. Bolivariano. ¡Chán Chán! La gran palabra mágica que, cuando se pronuncia, debería venir acompañada de relinchos de caballos, relámpagos y truenos. Pablo Iglesias es un… ¡Bolivariano! (risa malvada de fondo). Bueno, ocurre que Simón Bolivar fue un militar que contribuyó a la independencia de un buen número de países sudamericanos y… pero dejémoslo ahí, que igual que yo, podéis buscarlo vosotros en la Wikipedia.

- Sí, ya, pero, nosotros nos referimos a la República Bolivariana de Venezuela.

Pues vaya, no debe preocuparle tanto a nuestro gobierno del Partido Popular cuando resulta que es uno de los principales destinos de las exportaciones de armas españolas. Ya, ya os entiendo. Para venderles armas no son tan malos, va a ser eso.

-Pero es un demagogo ¿cómo vamos a dejar de pagar la deuda?

No se va a dejar de pagar ninguna deuda. Hay una deuda legítima y una deuda ilegítima. La deuda ilegítima es la contraída a espaldas de los ciudadanos con la finalidad de enriquecer a determinadas empresas y corporaciones y sobre la que se pagan intereses de usura. Hoy en día, gracias  a la pavorosa gestión de Mariano Rajoy y su séquito de rémoras, la deuda en España es de un 96% del PIB. Es decir, que es igual toda la riqueza generada durante un año. Otro dato interesante: con lo que paga España cada año, apenas da para pagar los intereses.

Lo que promueve “Podemos”, es una auditoría de la deuda, es decir, determinar qué parte de ella es legítima y qué parte no lo es, en qué condiciones ha sido contratada, quién la emite, a qué tasas de interés y qué políticas se han aplicado. Esto no es demagogia, como nos quieren vender los aterrorizados políticos de la denominada “casta” y como repiten algunos ciudadanos escasamente informados, y, desde luego, en derecho internacional existen conceptos para declarar ilegítima una deuda y anularla.

Uno de estos conceptos sería la “autonomía de necesidad”, que se da cuando un gobierno prioriza garantizar unos derechos fundamentales a sus ciudadanos antes que pagar la deuda. Este concepto no deja de ser importante, habida cuenta que PP y PSOE se pusieron de acuerdo para modificar la Constitución española en ¡nada más ni nada menos que 48 horas! ¿PP y PSOE de acuerdo en 48 horas? ¡Claro que sí! ¿Para ayudar a los ciudadanos? No, más bien para todo lo contrario. Lo que firmaron fue que el pago de la deuda recibiera prioridad absoluta, aun por encima de las necesidades fundamentales de los españoles. Hay más motivos, como la autonomía de voluntad, o el enriquecimiento sin causa (por ejemplo, que Alemania venda bonos al 0% gracias a la crisis, y que conceda créditos al 5,5% a países como Grecia o España).

Pero enhorabuena, porque estamos saliendo de la crisis, y, con un poco de suerte, tus hijos tendrán un trabajo de 80 horas semanales con el cual pagarse la pensión de jubilación, eso si los bancos no nos meten antes en otro embrollo. Pero eso no os da miedo. Os da miedo Pablo Iglesias.

Quique Castro.