martes, 10 de julio de 2012

EC-GJL, crónica de un homicidio anunciado


EL ACCIDENTE, EL HOMICIDIO.

La catástrofe tuvo lugar un 13 de junio de 2002 a las 13:15 horas aproximadamente. El helicóptero BELL 212 con matrícula EC-GJL se partió en dos en pleno vuelo y cayó desde una altura de unos doscientos metros sobre el municipio de Toraiola, en Lleida.

El cono de cola se separó del helicóptero, que se precipitó al vacío girando sobre sí mismo hasta que estrello contra el suelo y se incendió. En el helicóptero viajaban ocho personas: piloto y copiloto, dos técnicos en termografía, un responsable de la compañía eléctrica y tres funcionarios del Departamento de Turismo e Industria de la Generalitat. Todos fallecieron.

Esta ha sido una de las mayores tragedias de la aviación civil ocurridas en España, y han tenido que pasar diez años para que el Juzgado de lo Penal 1 de Lleida dictara sentencia.

¿POR QUÉ OCURRIÓ?

La empresa HELIEUROPA SERVICE, administrada por Pedro María Sáenz de Maturana, había adquirido el fuselaje de este helicóptero a un museo militar  por 3.000 euros, y después lo rellenó con material procedente de accidentes aéreos y desgüace de aeronaves BELL UH-1H. La vieja carcasa pertenecía a un helicóptero militar encargado por el Gobierno español a la empresa italiana Augusta en 1966, y fue precisamente el aparato en el que Su Majestad el Rey don Juan Carlos I aprendió a pilotar.

La primera en darse cuenta de las irregularidades fue la Dirección General de Aviación Cívil (DGAC) de Francia, que tramitó una consulta a la DGAC de España sobre la aeronave siniestrada, ya que esta había sido contratada para operar en Marsella. El motivo de la consulta era que el número de serie (n/s 4010),  no correspondía a un helicóptero AB 205 A1, sino, probablemente, a un AB 205 (sin el A1), no convertible en AB 205 A1 y sin autorización para transportar pasajeros.

AB 205 – MILITAR.
AB 205 A1 – CIVIL.

El helicóptero fue suspendido de operaciones en Francia. La DGAC en España, sin embargo, emitió un certificado de matrícula como AB 205 A1 con categoría de transporte de pasajeros.

Resumiendo: HELIEUROPA SERVICE, propiedad de Pedro María Sáenz de Maturana, hizo pasar por civil un helicóptero militar para poder operarlo. En Francia este helicóptero fue suspendido de operaciones, mientras que en España, tanto la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) como la Dirección de Seguridad de Vuelo (DGS) se limitaron a  tramitar nuevos certificados que validaran su operatividad. Certificados que, según la DGAC, aún siendo efectivamente expedidos nunca se llegaron a entregar a los propietarios de la aeronave, a pesar de que años más tarde estos propietarios denunciaron su robo para que les remitieran una nueva copia. En definitiva, un galimatías burocrático chapucero, ilegal y de oscuro discernimiento. Tan oscuro como el pasado de Pedro María Sáenz de Maturana, al que se ha llegado a vincular en sus tiempos como piloto con los atroces “vuelos de la muerte” de Pinochet, y que en 2011 fue puesto en libertad después de ser arrestado por su presunta vinculación en una organización de tráfico de material de guerra.

Esta es sólo una de las 96 irregularidades en que incurrieron los propietarios de la nave y que implican a la Dirección General de Aviación Civil, entre las cuales se cuentan las siguientes:

-El Centro de Mantenimiento de la aeronave no cumplía los procedimientos establecidos,
-Entre las actividades realizadas por el Centro de Mantenimiento figuraban trabajos no autorizados.
-La relación de útiles y herramientas especiales del Centro de Mantenimiento era insuficiente.
-Los manuales de mantenimiento para el modelo AB 205 estaban obsoletos y no tenían validez.
-Los cuadernos de inspección no estaban controlados.
-El cuaderno de revisión de las 1.200 horas fue copiado punto por punto del cuaderno de inspección de las 100 horas.
-Se le habían instalado piezas que no disponían de documentación.
-El control de rotables estaba incompleto y adolecía de graves carencias.
-El control de Boletines de Servicio estaba incompleto.
-La aeronave tenía piezas que habían sobrepasado su límite de vida o sobre las que el fabricante había dado instrucciones concretas para su retirada.
-El control de los partes de mantenimiento estaba incompleto.

Todas estas carencias habían sido puestas de manifiesto por la DGAC no en una, sino en varias inspecciones. No obstante, en todos los informes de inspección, se consideraba que, dentro de la Dirección de Operaciones, “la compañía cuenta con los medios necesarios para efectuar una operación normalizada”.


LA SENTENCIA.

Diez años duró la causa. Diez años reabriendo heridas. Y por fin se dictó sentencia, pero ¿se impartió justicia? El resultado final fue que todos los imputados fueron absueltos. En este caso ni siquiera ha podido decirse aquello de que “la justicia es lenta, pero implacable”.

A pesar de que todas y cada una de las 96 irregularidades cometidas fueron aceptadas en el juicio, el juez estimó que ninguna de ellas había sido causa suficiente para motivar el accidente y así, una tras otra, las fue desestimando acogiéndose a la fórmula “dubio pro reo”, es decir, que al existir duda, la balanza de la Justicia debe inclinarse a favor del acusado.

Tal vez, examinadas por separado, ninguna de estas noventa y seis irregularidades desestimadas fueran motivo suficiente para que tuviera lugar la catástrofe, pero si sumamos todas y cada una de ellas, algunas tan graves como las mencionadas, tal vez, entonces, el juez hubiera dejado de ser el único dubitativo.

A los que hemos seguido este caso de cerca y hemos tenido la oportunidad de examinar el informe pericial, la sentencia nos parece una broma macabra dictada por un vesánico pagado de sí mismo que juega a ser Dios con un cubilete y unos dados.

No nos son ajenos en este país los casos de manipulación de la ley por parte de los jueces, cuyas motivaciones son evidentes en algunos casos, como el miedo del juez Castro en el caso Urdangarín a la hora de imputar a la infanta  Cristina, pero ¿por qué en este?

Podría parecernos que una resolución tan arbitraria y contumaz para con la verdad y la justicia sólo puede ser motivo de la ineptitud o causa de algún oscuro interés personal, pero al fin, sencillamente, habremos de aceptar que la sentencia dictada está basada en altos y justos razonamientos sólo evidentes para el juez, y que a nosotros, pobres ignorantes, no nos es dado entender.

Quique Castro.

17 comentarios:

  1. Me parece genial lo que has escrito!! Demencial la sentencia del Juez y asi como es de cruel la vida para los que perdieron la vida en tal trágico accidente y los familiares que quedaron aquí sufriendo, espero que sea igual de cruel para el poca vergüenza que puso ese artefacto en servicio.

    ResponderEliminar
  2. Triste es perder a un ser querido en estas circunstancias, pero inasumible ver como no se le hace justicia.

    Diez años de dolor para ver finalmente como los jueces siguen sentenciando a su libre albedrio? INDIGNANTE.

    Debe acabar esta "justicia" tan injusta para los ciudadanos de a pie pero, cómo luchar contra este poder judicial plagado de ineptos? ALGO SE TIENE QUE PODER HACER y parece una buena idea empezar con unas líneas escritas dando vueltas a una velocidad aplastante por la red.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me olvidé de animar a la gente que lea este blog a pasar esta noticia a todos los contactos que tenga.

      Mónika.

      Eliminar
  3. Quedan muchas cosas en el tintero. El propietario del helicóptero tuvo la indecencia, la desfachatez y la inmoralidad de culpar del vuelo ¡al piloto!
    Es decir, que la idea de subir a ocho personas en un helicóptero, entre ellas un miembro de la compañía eléctrica y ¡¡tres cargos de la Generalitat!! fue del piloto. Vaya, sí que tenía iniciativa.
    http://elpais.com/elpais/2011/10/17/actualidad/1318839425_850215.html

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Que fácil es culpar a los que ya no se pueden defender.
      ¡Menudo sinvergüenza!

      Carmen.

      Eliminar
    2. QUE VERGUENZA CON ESTE HOMBRE Y CON LA JUSTICIA ... TODA SU VIDA HACIENDO CHAPUZAS CON CHATARRAS DE HELICOPTEROS JUGANDO CON VIDAS AJENAS MENOS CON LA SUYA PARA SACAR UN BENEFICIO ECONOMICO A BASE DE ENGAÑAR EXPLOTAR Y EXTORSIONAR A TRABAJADORES Y A TODO QUIEN LE PASARA POR DELANTE . LOS FRANCESES SE DIERON CUENTA ANTES QUE NOSOTROS , Y AQUI ?? NO HACEMOS NADA ??? . SPAIN IS DIFERENT OTRA VEZ . A PARTE DE EL , QUE ES UN POBRE DESGRACIADO MUCHOS MAS TENDRIAN QUE HABER CULPADO , PERO EN ESTE PAIS DEPENDE QUE CATEGORIA "MINISTERIAL" TIENES ERES INTOCABLE . QUE VERGUENZA .LO PEOR DE TODO ESTO ES QUE ENCIMA EL TENDRA LA CONCIENCIA TRANKILA , EL MUY DESGRACIADO .

      Eliminar
    3. Vaya sorpresa, me encuentro con esta sentencia, intentando buscar en internet el domicilio actual del individuo Pedro Maria Vicente Saenz de Maturana Aguirreurreta, respecto del cual tengo (soy abogado) una sentencia condenatoria contra él por otro accidente de helicóptero (qué curioso,y qué casualidad)que hubo en un pueblo de Guadalajara en el año 1.990, y del que todavía nos quedan flecos de intereses y costas que abonar. En dicho accidente (menos mal) la pericia del piloto fallecido salvó a los otros siete ocupantes, que quedaron sólo con lesiones. Y desde el año 2.007 no hay forma de citar a este hombre por Juzgados y Audiencia, pues todas las diligencias practicadas desde entonces en domicilios diversos de Barcelona son negativas. Alguién sabe su paradero actual? José Luis

      Eliminar
  4. Subido al blog está, bien arriba. Siento mucho escuchar lo que relatas, este país es una verdadera ruina.. Gracias por publicarlo.

    http://chorizosibericos.blogspot.com.es/2012/07/cronica-de-un-homicidio-anunciado.html

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por colgarlo. Muy buen blog, ya ves que lo tengo por aquí en favoritos. Saludos.

      Eliminar
  5. Cómo será que esta gente nunca acaba en la cárcel??? Y que luego a los pringados de a pie nos multen por nimiedades como beber una lata de cerveza en plena calle???
    En mi próxima reencarnación quiero ser millonaria. O ameba.

    Miri

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hay explicaciones, pero son oscuras y desagradables. Saludos.

      Eliminar
  6. Tiempos difíciles. Tiempos mentirosos y de ladrones y de Señores que imparten justicia sin impartirla de verdad. Seguro que andará por el medio el Poderoso Caballero Don Dinero. ¿Y que hacemos? Nada. O muy poco. Que quieren que les diga. Yo soy partidario de armarnos y armar una guerra de guerrilla y barrer con una bala en la sien y otras en el mapamundi a todos esos degenerados que juegan con nosotros, con nuestras ilusiones, con nuestras esperanzas, con nuestro pasado y con nuestro futuro ¿Tendremos futuro en un futuro no muy lejano? Ya no nos dejan esos cabrones ni tener presente. Y sin presente...Manténgase el crónista de ese texto apuntando en esa dirección o dianas parecidas. Eso lo hace grande señor escritor y cronista aunque algunas personas como la querida vecinita del 3º no sepa leer y fomente y ensanche la general estupidez que por desgracia gobierna el mundo. Lo siento si molesta esto pero esto enfadado a varios niveles.

    UROG de Holguín

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Urog, carguemos de balas los blog. Con respecto a las negativas... No nos juzgan a nosotros, sino que se retratan ellas. No hay que alarmarse, sólo hay que escribir.
      Y como usted dice siempre, leer, leer... leer, que no es juntar letras.

      Eliminar
  7. Vaya tela. Últimamente pienso que estamos igual que en tiempos de Tirso de Molina, que en El burlador de Sevilla viene a decir que la única justicia segura la aplica Dios tras la muerte, porque lo que es en vida, los intereses de unos y otros acaban provocando que el canalla escape de la justicia humana saliéndose con la suya. Joder, pero es que a nosotros ni Dios nos queda ya.

    Una chorradica: ¿no es la infanta Cristina, en lugar de Elena?

    ResponderEliminar
  8. Lo que hay que ver que hacen y nos tienen en Babia...

    Ana

    ResponderEliminar
  9. Tremendo artículo, enhorabuena por el y compartimso con tu permiso.

    Saludos

    ResponderEliminar

Aullidos