jueves, 23 de octubre de 2014

El nuevo Hollywood (la generación de los 70's)

En 1963 una bala hizo encaje de bolillos en la cabeza del presidente Kennedy, arrancando de cuajo la inocencia del pueblo americano, y los acordes de Jimmy Heindrix se encargaban de poner la banda sonora a la guerra de Vietnam. Es la época de The Doors, del LSD, de Classius Clay, Woodstock y las revueltas raciales. Los apóstoles del Nuevo Periodismo Tom Wolfe y Norman Mailer se zumban de lo lindo y Capote transgrede los géneros a sangre fría mientras Andy Warhol convierte en musa y producto pop a Marilyn. En España se inventa la fregona, el Duo Dinámico canta a una barely legal y Berlanga y Azcona mantienen el pabellón alto. Mientras tanto, los grandes estudios de Hollywood están presididos por nonagenarios perdidos que no se dan cuenta de dónde se ha metido su público, y que son incapaces de atisbar la realidad desde las tumbonas de sus lujosas mansiones de Beverly Hills.

La anterior época había sido la que se conoce como era dorada de Hollywood, iniciada allá por los años 30, cuando Irving Thalgberg (last tycoon cantado por Fitzgerald) inaugurara la época de los productores-directores que metían sus manos en la película, y en la que los estudios tenían el poder absoluto, ya que a los directores no se les consideraba más que artesanos, gestores cuya misión era sacar adelante un producto que, además, era claramente identificable, ya que cada productora tenía su estilo propio. Lo curioso es que los principales reivindicadores de estos directores fueran los Bazin, Goddard, Truffaut… que, años más tarde, revolucionarían el cine preconizando la idea del director-autor por encima del director-artesano a través de las páginas de “Cahiers du cinema” o de sus entrevistas admirativas a algunos de sus ídolos (Truffaut a Hitschcock, Goddard a Fritz Lang…).

Será esta generación del Nuevo Hollywood la que devuelva la gloria a la cinematografía americana con nombres como Peter Bogdanovich, John Cassavetes, William Friedkin, Bob Fosse, Mike Nichols, Brian de Palma, Hal Ashby, Francis Ford Coppola, Martin Scorsese, Steven Spielberg, George Lucas y Woody Allen, que pasaba por allí.

Este movimiento en concreto duraría una década nada más. Steven Spielberg con “Tiburón” (1975) y George Lucas con “Stars Wars” (1977) lo reventarían dando paso a la era de los blockbusters. Si la era dorada de Hollywood había sido la de las productoras, y los 70 fue la del Nuevo Hollywood, los 80 darían paso a la era de las distribuidoras, con conceptos como “película de verano” y “primera semana de taquilla”, es decir, el cine palomitero de rápida recaudación, con estrenos en cientos de cines a la vez, mucho merchandising y siempre siguiendo los gustos del público (y si los que van al cine en los Estados Unidos son mayoritariamente adolescentes… ya sabemos lo que toca).

Quique Castro.

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