lunes, 11 de enero de 2016

Una balanza fiscal a medida

Es el ciudadano el que decide con su voto cómo y por quién va a ser gobernado, pero ciudadanos somos todos, más o menos informados, con mayor o menor nivel académico y más o menos versados en política o economía. Los partidos políticos lo saben, y también saben desde los albores de la publicidad, entendida como técnica propagandística, que son los mensajes simples los que calan más hondo y resultan más efectivos. 

Aún hoy entre los defensores del independentismo,es común seguir escuchando el mantra del deficit de los famosos 16.000 millones de la balanza fiscal. Convendría recordar que existen varios métodos para calcular esta balanza.

Para calcular estos 16.000 millones la Generalitat uso el método de “flujo monetario”,que tiene en cuenta el gasto estatal que se efectúa en un territorio determinado. Por poner un ejemplo, el Tribunal Supremo está en Madrid, así que no computaría, ¿pero acaso no beneficia también a los residentes en Cataluña? Del mismo modo ocurre con las instalaciones o gasto militar, si no están en Cataluña no cuentan pero, ¿acaso la labor del ejercito no es velar por la paz y la seguridad de todos los españoles?

El método por “carga-beneficio”, sin embargo, computa la rentabilidad generada aunque no se haya producido en el territorio, por ejemplo el VOR de Calamocha que guía a los aviones en el puente aéreo Madrid-Barcelona está en Aragón, pero también beneficia a Cataluña, así también el gasto militar se dividiría entre todas las autonomías según su aportación, y lo mismo ocurriría con cualquier organismo de la organización central que, esté o no en Cataluña, sirva para beneficio de los catalanes.

El otro ardid que se usó para que saliera una balanza tan descompensada fue “neutralizarla”, lo que consiste en repartir el déficit del estado español entre las diferentes autonomías para calcular el gasto que correspondería a cada una, con lo que el déficit se dispara. Los resultados de esta “balanza neutralizada” distan mucho de los que se obtendrían con una “balanza-observada”, que es la que observa los flujos de ingresos y gastos reales.


Todos estos modelos de balanza son útiles y reales, y miden conceptos diferentes, pero a la ciudadanía se le hizo llegar un mensaje mucho más simple “España roba 16.000 millones al año a Cataluña”, como si además las balanzas fueran idénticas un año tras otro. Los ciudadanos tenemos derecho a decidir, pero también tenemos la responsabilidad de informarnos para hacerlo de un modo responsable.



Quique Castro.

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