jueves, 4 de febrero de 2016

ALN: La pequeñez de la hormiga

La hormiga es un ser pequeño que, tomado de uno en uno, resulta insignificante, pero cuya principal ventaja consiste en ser, a la vez, laborioso y organizado. Uno de estos diminutos insectos resulta practicamente invisible, y su capacidad para transportar por sí mismo pesos varias veces superiores al suyo apenas le sirve para acarrear una simple hoja. Aglutinados en colonias, sin embargo, construyen auténticas ciudades subterraneas o espectaculares montículos de varios metros de altura. Los trabajadores de ALN han demostrado que tienen la laboriosidad y la pequeñez de las hormigas, pero carecen de su capacidad de organización.
Recargos bancarios por facturas aplazadas, cortes de luz y agua, dificultades no sólo para llegar a fin de mes, sino también para empezar el siguiente, son sólo algunas de las consecuencias que sufren los trabajadores pertenecientes al grupo ALN en sus delegaciones de Barcelona por no cobrar sus nóminas a tiempo.
El problema empezó en mayo de 2015, cuando ALN adquirió la empresa de telemarketing Connecta junto con sus dos plataformas en el carrer Aragó y el carrer Entenza. A partir de este momento los retrasos a la hora de efectuar el pago de los salarios han sido habituales, por lo que los sindicatos de UGT y CCOO han convocado huelgas de modo regular como medida de presión.
"Las negociaciones son agotadoras y no valen para nada, cada mes salimos con la promesa de que al siguiente cobraremos a tiempo, y al final nunca cumplen con lo pactado; durante años trabajamos para Connecta y jamás tuvimos ningún problema.", comenta una de las sindicalistas.
La crisis se vio agravada los días 12 y 13 de diciembre, cuando al problema de las nóminas se le añadió el de un corte de agua que dejó los lavabos inutilizados durante dos días. Al principio se les dijo a los trabajadores que se trataba de una avería, pero el resto de las oficinas del edificio tenían agua, así que estaba claro que no era por eso. Más tarde se hizo patente que el corte de suministro había sido debido al impago de varias facturas. "Nos quieren tomar por idiotas, eso es lo único que ocurre", aseguraba alguna de las teleoperadoras entre enfadada y resignada.
Tal vez por eso, para aclarar lo que estaba sucediendo y dar su punto de vista, el pasado día 14 de enero se presentó en la plataforma de Entenza el propio Alejandro Casas, director general de la compañía. Como él mismo reconoció se trataba de la primera vez que aparecía por la oficina desde que el grupo ALN adquiriera Connecta, hace ya ocho meses, por lo que muchos de los trabajadores al principio no sabían de quién se trataba.
Con un ligero temblor en la voz y visiblemente afectado pidió disculpas por la situación, y aseguró que a partir de ese momento todas las nóminas se pagarían a tiempo. "La firma del inversor que ha de inyectar músculo económico ya casi está sobre el papel, y una huelga más podría echarle atrás y no haría más que crear problemas. Todos somos compañeros, unos en un puesto y otros en otro, pero todos queremos que el barco siga a flote", concluyó el director general.
"Por tu culpa mis hijos no tuvieron reyes", le recriminó una de las teloleoperadoras, mientras que otra le preguntó si iba a ir a su casa a dar de comer a sus hijos. Alejandro Casas escuchó a todos y reconoció su culpa, y dijo que precisamente por eso había acudido allí ese día, para dar la cara, si bien al cabo de la reunión la impresión general era que sólo se había presentado para evitar los dos días de huelga previstos.
"Si el día cinco no se han ingresado las nominas, yo mismo haré huelga", aseguró uno de los jefes de la plataforma, "pero hacer una huelga en un momento tan delicado podría poner en peligro la empresa y los puestos de trabajo de todos los trabajadores, independientemente de su puesto".
Esta no es una crónica periodística, es una opinión personal, y en la opinión del que suscribe los trabajadores de ALN no han estado a la altura de las circunstancias. No, yo no quiero que cierre la compañía, ni quiero perder mi puesto de trabajo ni que lo pierda uno solo de los trabajadores de la empresa, independientemente de su cargo. Estoy contento con mis compañeras y compañeros, el horario es inmejorable para el máster que estoy cursando y que me ha costado una pasta, y no tengo las más mínimas ganas de ponerme a buscar otro trabajo de similares características en el que además no sea requisito indispensable hablar catalán. No, yo no quería hacer huelga, y menos por el motivo que se hacía, ya que por mi condición personal me trae sin cuidado cobrar el 5, el 10, o el 15.
Pero entiendo que formo parte de una comunidad, porque una empresa o una plataforma telefónica no deja de ser una comunidad, entiendo que los problemas que tiene cualquier compañera mañana pueden ser los míos, entiendo que sólo desde la solidaridad y la organización nos hacemos fuertes, y entiendo que cuando doy una palabra, no la retiro. Dije que apoyaría la huelga, y así lo he hecho.
El pasado 14 de diciembre, cuando nos visito Alejandro Casas, apenas hubo voces discordantes con respecto a la convocatoria de la huelga. Incluso algunos compañeros afirmaban que "ellos podían encontrar trabajo al día siguiente, mientras que el verdadero problema lo tenían los jefes". Mi pregunta es, si tan fácil os resulta encontrar trabajo, y tan graves repercusiones os acarrea no cobrar a tiempo, cosa que entiendo y con la que me solidarizo sinceramente, ¿por qué no os vais ya?, ¿por qué no estáis mañana mismo trabajando en cualquier otra empresa?
Yo estoy a gusto en la que estoy, como ya he dicho me siento bien con los compañeros y me gusta el horario, y además he comisionado en cuatro de los cinco meses que llevo trabajando aquí, lo digo porque así es, y porque básicamente ya no me importa lo que penséis. Ni me molesto en mencionar a todos aquellos que han corrido a buscar una baja médica y que no han tenido los redaños ni para hacer la huelga ni para presentarse a trabajar con objeto de contentar a unos y otros.
Los trabajadores de ALN han demostrado que se puede hacer con ellos lo que sea, por ello, por lo que a mí respecta, acaba aquí cualquier movimiento solidario sea cualquiera la reivindicación por la que se luche. He perdido mi dinero, he perdido una jornada laboral y me he mojado por algo que, dicho sea con franqueza y en castellano antiguo "me la suda", y lo único que he logrado es sentirme estúpido.
Respeto la decisión de todos y cada uno de los compañeros, pero hasta aquí hemos llegado, la próxima vez que pongáis la voz en grito, que os indignéis, que saquéis a relucir a vuestros hijos para reclamar cualquier reivindicación, el que suscribe os mirará con lástima, agarrará su chaqueta y se irá a hacer otras cosas.
Con respecto a ALN, esta claro que esta compañía tiene un problema de liquidez que, según su director general, ya estaba resuelto, pero a la vista de los hechos también tiene otro problema, que es la comunicación interna. La información no fluye por los canales adecuados desde los níveles superiores del organigrama jerárquico hasta la base que conforma el grueso de la plantilla. La consecuencia de este problema comunicativo es la proliferación de rumores, a veces acertados y otras erróneos, que influyen de modo negativo en el estado anímico de los trabajadores.
Además de solucionar sus dificultades económicas sería conveniente que ALN implementara medidas que favorecieran el flujo informativo. Si es cierto que todo el equipo humano que conforma la plantilla "esta en el mismo barco", como dice su director general, la información debería transmitirse adecuadamente desde la cima hasta la base, de otro modo los trabajadores no se sentirán parte del proyecto o, lo que es peor, podrían llegar a sentirse engañados.
Del mismo modo, la ejecutiva debería atender a las posibles reclamaciones, quejas o proposiciones que hagan sus empleados, lo que serviría para conocer mejor la propia empresa y, por qué no, mejorarla. Buzones de sugerencias, reuniones periódicas con representantes de los trabajadores o la creación de una revista son sólo algunas de las medidas que podrían proponerse en un plan de relaciones públicas internas que, de modo urgente, les hace falta.

Quique Castro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Aullidos